Peñarol perdió ante Ferro y no encuentra el rumbo. Con la derrota, la tercera consecutiva en casa, cayó al tercer lugar. El equipo de Caballito cortó una racha de seis caídas consecutivas.
Por Marcelo Solari
Otra falsa actuación en el Polideportivo “Islas Malvinas”, frente a un rival en teoría inferior, desembocó en una nueva derrota de Peñarol, que abre algunos interrogantes. Ferro Carril Oeste lo venció anoche por 75 a 70 y cortó así una racha de seis caídas consecutivas.
Los vaivenes y la irregularidad del local pasaron de un claro dominio incipiente pasada la mitad del primer cuarto (16-9) -al menos en el resultado- a un inesperado 24-32 superados los 6 minutos del segundo capítulo.
¿Qué paso en ese lapso de 10 minutos en el cual el visitante estableció un parcial de 23-8? Por un lado, que Ferro fue afirmándose paulatinamente atrás y empezó a construir desde allí. Y por el otro, Peñarol dio la sensación de no sentirse cómodo casi nunca.
Exhibió otra vez cierta fragilidad atrás combinada con pocas ideas o malas ejecuciones adelante. No obstante, Ferro desnudaba su problemática actualidad al no poder sacar mejor partido de esa ostensible laguna de rendimiento del local, que perdió 11 pelotas en los primeros 20 minutos.
De todas formas, esos flojos porcentajes del “verde” al principio, fueron incrementándose al convertir algunos contraataques.
Aún con la “segunda brigada” en cancha, y a pesar de dos triples de Alejandro Diez que parecían desatar el nudo, la defensa no le hacía la vida tan complicada al equipo de Alvaro Castiñeira.
Cuando empezaba a notarse cierta impaciencia desde la tribuna volvieron los titulares. Y en ese tramo, Andrew Feeley (10 puntos en el primer tiempo) fue el más consistente para anotar. Y al mismo tiempo, el “milrayitas” consiguió defender mejor las situaciones de pick and roll para estampar una ráfaga de 9-0 y pasar al frente (33-32).
Un exceso verbal entre Fabián Sahdi y Leandro Portillo se había saldado con una falta técnica para cada uno, y con ese antecedente, el puertorriqueño Ramón Clemente se excedió en una protesta y el árbitro Juan Fernández lo excluýo con doble falta técnica con el resultado igualado en 35.
Sin quererlo, el boricua le facilitó la tarea a Sergio Hernández, que había pedido un tiempo muerto para diagramar una ofensiva con 1,3 segundos en el reloj. La eficacia de Nicolás Brussino le reportó a Peñarol 3 puntos más (no falló desde la línea), suficientes para ganar el primer tiempo pero no para dejar una buena imagen.
La charla en el entretiempo fue larguísima. De hecho, Peñarol retornó al rectángulo casi sin tiempo para tirar en el aro al cual tenía que atacar en el complemento.
Pero no se modificó la floja prestación del equipo en todo el tercer cuarto. Frente a un adversario en declive y sin el aporte de uno de sus extranjeros, Peñarol no dio muestras de evolución. Al contrario. Si bien llegaron al último cuarto igualados, el segmento lo controló Ferro.
El local cometió algunas pérdidas inocentes acaso reflejo del mal momento por el que atraviesa, no protegió bien el canasto propio y transformó a Ryan Amoroso en dueño del rebote, más allá de cargarse de infracciones.
La gente, lógicamente, pensaba que en algún momento iba a producirse el “click”, esperando el resurgir peñarolense. Pero de un tiempo a esta parte, al “milrayitas” parecen pesarle los partidos. Como si hubiera perdido la alegría de jugar que tuvo hasta hace tiempos no muy lejanos. Y esta consideración va más allá de estados de ánimo emparentados con resultados circunstanciales. Es más conceptual que numérico.
Ferro, sin grandes alardes -no está para eso- manejando correctamente los tiempos, hacía su negocio. Y llegó a sacar 7 valiosos puntos (57-64), a 4m42s del epílogo.
Todavía quedaba mucho por delante. A falta de soluciones colectivas, había que encomendarse a una individualidad que tampoco apareció. El partido pasó de deslucido a malo, y ese río revuelto era ganancia para los de Caballito. Con el resultado 65-69, a 55 segundos del epílogo, se produjo una sucesión de pérdida tras pérdida. Casi una radiografía de una noche olvidable. Tras esa temeraria mutua devolución de gentilezas, la eficacia de Jonathan Maldonado en la línea de libres garantizó el triunfo de Ferro.
Síntesis
Peñarol (70): J.P. Figueroa 7, N. Brussino 13 (x), T. Brown 7, L. Gutiérrez 10 y A. Feeley 15 (FI). L. Massarelli 1, R. Acuña 5, F. Sahdi 5, A. Diez 7. DT: Sergio Hernández.
Ferro (75): J. Maldonado 14, L. Portillo 8, L. Rasio 8, R. Amoroso 7 y R. Clemente 4 (exp.) (FI). E. Oglivie 14, M. Cuello 9, L. Tantos 6, F. Zárate 3, F. Jerez 2. DT: Alvaro Castiñeira.
Estadio: Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”.
Arbitros: Juan Fernández y Rodrigo Castillo.
Parciales: 18-15, 38-35 y 55-55.